Etiquetas

jueves, 10 de mayo de 2012

Musaka

Ingredientes:
2 berenjenas
5 tomates maduros grandes
400 gr. de carne picada (vacuno o cerdo o mezcla de ambas)
1/2 cebolla
harina de trigo
Aceite

Para la Bechamel:
3 vasos de leche
8 cucharadas soperas de harina de trigo
2 cucharadas soperas de margarina
una pizca de nuez moscada

Elaboración:
Quitamos la piel a las berenjenas, las cortamos en rodajas de medio centímetro, aproximadamente, y las echamos en remojo, para que suelten el amargor.
Mientras tanto, quitamos la piel a los tomates, los pasamos por la batidora y los ponemos en una sarten con aceite y lo freimos.
En otra sarte, ponemos aceite y cuando está caliente le añadimos la cebolla, cortada en trocitos muy pequeños. Cuando se está dorando, le añadimos la carne picada, a la que previamente la habremos añadido la sal. Le damos varias vueltas en la sarten y la moreamos. A continuación le añadimos el tomate frito y le damos varias vueltas a todo junto, para que tome bien el sabor. Una vez listo, lo apartamos.
Por otro lado, quitamos el agua a las berenjenas y las escurrimos bien. Le añadimos sal y las enharinamos. Freimos las berenjenas en la freidora; cuando esten doraditas, las sacamos y las ponemos en un plato (en el que previamente habremos puesto papel de cocina para que absorba el aceite sobrante).

En un cacillo, preparamos la bechamel. En frío, añadimos todos los ingredientes: la leche, la harina, la nuez moscada y las cucharadas de margarina. Encedemos el fuego y, sin dejar de mover, preparamos la bechamel.

Cogemos ahora una bandeja para horno, la envadurnamos de margarina, y ponemos una capa, en el fondo, de berenjenas; sobre estas, ponemos una capa de carne con tomate y sobre estas ponemos una capa de bechamel. Terminamos de montar los pisos del pastel con una capa de berenjenas sobre la que pondremos abundante bechamel. Para terminar, le añadimos queso para gratinar y unas bolitas pequeñas (distribuidas por toda la superficie) de margarina.
Lo metemos en el horno unos 10 - 12  minutos, cuando veamos que el queso empieza a fundirse, y ya está listo para comer.